Seguro que te ocurre más a menudo de lo que te gustaría admitir. Te preparas una buena cafetera, pensando que seguro que te la vasa beber toda, para olvidarte que la tenías después de la segunda taza de café.
Puede que siga esperándote hasta la mañana siguiente. Pero siendo sinceros, ¿a quién le gusta el sabor del café frío y viejo del día anterior?
Ahora bien, ¡no lo tires! Hay muchas maneras de aprovechar este café para evitar tirarlo por el desagüe. Y estamos seguros que alguna de las que te explicamos a continuación, te va a encantar.
Hacer helado casero es tremendamente fácil con las máquinas heladeras domésticas que existen hoy en día.
Añade tus restos de café junto con esencia de vainilla y tendrás un postre tremendamente sabroso.
Si no tienes una heladera en casa, podrás encontrarlas muy, muy baratas en tu proveedor de electrodomésticos habitual o en las páginas de venta online que todos conocemos.
Muchas recetas de platos horneados se ven beneficiados con un toque de sabor y color cuando añadimos café al conjunto.
Puedes utilizarlo en brownies o cheesecakes para una nota de sabor potente y sorprendente.
Este consejo te encantará cuando se acerque el buen tiempo. ¡Helados de hielo hechos con los restos de café mezclados con leche de almendras!
O, si lo prefieres, siempre puedes poner los restos de café directamente en moldes para cubitos de hielo para aprovechar su potente sabor en las bebidas que queramos.
Y los consejos de arriba ¡son solo 3 de los muchísimos que puedes inventarte para seguir disfrutando del café del día anterior!
Ahora que ya sabes todas las posibilidades que tiene el café, ¿que tal si te das una vuelta por nuestra selección de café Cafés Bo?